miércoles, 29 de mayo de 2013

Políticos y periodistas, simbiosis perfecta.







El poder, la dominación, el control, todo esto necesita de una característica fundamental para ser efectivo y conseguir su objetivo, que es adoctrinar. Ya puedes transmitir el mensaje más autoritario y convincente del mundo, que no será aceptado sin una pieza clave, la comunicación. Políticos de todo el mundo a lo largo de muchos años se han dado cuenta que para poder convencer y ganar elecciones debían invadir un campo que no les correspondía, pero que con el tiempo han ido dominando, hasta ser prácticamente suyo, los medios de comunicación.

Políticos y periodistas, una unión extraña pero necesaria, unos saben que decir, otros como comunicar, la combinación de ambas puede ser el dogma de esta competición que es ganar al otro. Nos sorprendería saber que en la mayoría de ocasiones, la victoria de un partido político u otro no depende de las propuestas que hacen, sino como las comunica para llegar y convencer. ¿Con todo esto no parece que estamos en un gran circo de mentiras? Al final con aparentar ser alguien que no eres puedes convencer y ganar, pero con el tiempo todo sale a la luz, y que manera hay de alargar esta mentira… Los Medios de Comunicación, que en la política mediática son todo.

No creo que se estén equivocando cuando todos los políticos llevan consigo un periodista para que le lleve el tema de la comunicación. El poder del periodista es inmenso, poder influir sobre toda la población es sorprendente y a la vez enigmático. Los políticos y figuras de poder se dieron cuenta y no tardaron en contar con uno de estos personajes para lograr sus objetivos. Como dice Castells, los periodistas no somos el cuarto poder, sino el espacio donde se crea el poder. Sin los medios de comunicación los políticos no son nada, como van a extender su ideología y plan de gobierno, como van a conseguir empaparnos cada día con el telediario y omitir aquello que les perjudica. Señores políticos, nos necesitáis.

Uno de los objetivos más importantes para la política mediática es la credibilidad, conseguir que aquel que te está viendo al otro lado de la pantalla sea convencido de lo que está viendo, parece fácil, pero no lo es.  “Influir en el contenido de las noticias cada día es uno de los mayores esfuerzos de los estrategas políticos” dice Castells en el texto. Como el expresa, el político necesita suministrar diariamente sus ideas al pueblo, convencerlo, ser creíble y para ello necesita la ayuda del periodista, que va a ser el que mejor presente su información y de la mejor manera posible. Esto mismo pasa en nuestro país, donde determinadas cadenas están controladas por partidos políticos. Este es el caso de TVE, donde el PP tiene el control total, esto es una clara dificultad para sus miembros, que no pueden opinar libremente, ni comunicar lo que ellos deseen, tienen un filtro político, aquí manda el PP. Los periodistas tienen que ceñirse a estos límites, la política mediática asusta.

Por tanto la labor del periodista en este circo mediático es clave, pues va a ser el que haga de intermediario entre el poder político y la audiencia, al final el resultado de unas elecciones depende más del esfuerzo realizado en comunicación que de otra cosa. Y no descansar, estar continuamente lanzando mensajes para tener activa a la audiencia, si esto no es así posiblemente perderemos seguidores. Conseguir trasmitir toda la información que pretende el político es el trabajo del periodista, que tiene que adecuar el mensaje al público, aquí entra en escena el formato de “infoentretenimiento” que tiene la misión, básicamente, de conseguir que el espectador esté atento a algo que no le interesa simplemente por la forma de presentarlo, gran trabajo del periodista, ¿no? Consiste en programas que combinan información y entretenimiento, si esta información es aburrida o no es atractiva, se le da una capa de entretenimiento y ¡voila! Es una forma de presentar política sin que parezca política, parece magia, pero no lo es. Ejemplos claros tenemos en España, donde nos presentan programas de política, pero son entretenidos y muchas veces no nos percatamos de lo primero, como en Antena 3, Espejo Público o en La Sexta, El Intermedio y Salvados. Estos formatos son resultado del periodista, que tiene una función muy importante en esta política mediatizada. En ellos consiguen descontextualizar la política y presentar un producto apetecible que de otra manera sería insípido.

Como dice Castells parece haber una conexión entre la política mediática, la política de escándalo y la disminución de la confianza en las instituciones políticas. Los continuos sucesos sobre corrupción, donde no dejan indiferente a ningún político, están sirviendo para echar tierra sobre la tumba de la democracia española. La credibilidad de este sistema político que parecía el más justo, se está viendo afectada. Pocos son los que actualmente creen en la democracia, pues no ven resultados positivos, ni que se esté mirando por el ciudadano, sino que se están haciendo de oro los políticos, mientras la población española esta, en general, en una situación difícil de llevar.
 
La percepción de la corrupción afecta enormemente en el sistema democrático español, pues si nosotros damos todo el poder para que nos gobierne a un grupo de gente, y esta gente lo único que hace es enriquecerse, obviamente la credibilidad y honorabilidad de la política desciende enormemente. Ellos ven que nos morimos de hambre, y mientras no paran de aparecer escándalos como los sobresueldos del PP, Los papeles de Bárcenas, innumerables casos de corrupción, como los del instituto Nóos, llevado a cabo por Urdangarin. ¿Cómo quieren que confiemos en ellos si se aprovechan de su poder para enriquecerse? Todo esto lleva a el fin de la democracia, si ya no se obtienen los resultados de antaño y está siendo usada para beneficiar a unos pocos la impresión general es que no está siendo positiva, pero ¿entonces qué sistema usamos? La democracia española va a seguir pase lo que pase, pero hace falta una limpieza de imagen, pues se ha manchado mucho con continuos casos de corrupción y quien sabe lo que nos espera…

Resumiendo, La política mediatizada tiene una importancia mayúscula en el éxito de los políticos, pero necesitan del trabajo de los periodistas para lanzar su mensaje de manera efectiva, es una simbiosis. Pero tras la política mediatizada aparece la política de escándalo y consigo la disminución de la confianza de las instituciones políticas, derivando en un debilitamiento progresivo de la actual democracia española. La corrupción mancha nuestro sistema político, y acabar con esta suciedad no es una tarea fácil. Por tanto debemos ser críticos y exigir justicia, velar por un sistema justo y ante todo ser conscientes de que esto es un circo mediático, donde nosotros somos los espectadores.

martes, 28 de mayo de 2013

Ascender Socialmente... ¿Es una mentira?







Muchos se han preguntado que tienen que hacer para cambiar de estamento en la pirámide social y más cierto es que este el objetivo de muchos de nosotros, pero la dificultad que esto conlleva ha ido aumentando a lo largo de los años, hasta el punto de que actualmente el camino hacia el ascenso social es como una carrera de obstáculos, donde cada vez hay más piedras, y si cada vez más grandes. 

La movilidad social, que así es como se llama al movimiento tanto ascendente como descendente en la escala social es un problema en España, puesto que cada vez es más complicado el ascenso en esta, mientras que el descenso todo lo contrario. Cuanto mayor sea la igualdad de ingresos entre padres e hijos peor será la movilidad social, puesto que tenderemos a igualarnos a nuestros progenitores, sin conseguir un avance. A diferencia de lo que podamos pensar, la movilidad social en España es mayor que en otros países de renombre, como Italia, EEUU, Francia o Reino Unido.

Es difícil encontrar una respuesta o clave para ascender socialmente, pero se coincide en que el mejor vehículo para hacerlo es la educación, formarse y conseguir competencias que luego sean requeridas en nuestro trabajo, vía necesaria para este proceso. “Cuanto mayor sea el nivel de estudios, mayor serán los ingresos que tengamos”, o al menos debería ser así… Esto es lo que nos han enseñado aunque actualmente, en un país como España donde no impera precisamente la lógica, esto no se esté dando, mientras se forja la idea colectiva de que “da igual que estudies si no vas a conseguir trabajo”, esto lastra la premisa básica para ascender socialmente y nos abre otras vías para alcanzar el “éxito”, que aun no siendo igual de licitas, se permiten. Estas dudas se nos plantean cuando en una entrevista de trabajo se elige al que uno “quiere” y no se tiene en cuenta el currículum, finalmente el que obtiene el éxito es el menos cualificado y el más formado no tiene recompensa, ya estamos faltando a la primera premisa para ascender socialmente, craso error…

Durante los últimos años España se ha transformado en una sociedad de clases medias, superando un periodo donde la clase obrera llegaba a los núcleos urbanos desde las zonas rurales, la movilidad intergeneracional ha sido ascendente, tras analizar los destinos sociales de los hijos respecto a los padres. Este dato es positivo para nuestro país, pero nos habla del pasado, donde había más oportunidades para ascender socialmente, y la existencia de trabajo, de empleo, de un lugar donde poner en práctica tus competencias era mayor. Las bases sobre las que se asentó esta movilidad social se están viendo perturbadas por la crisis económica que estamos viviendo.

Respecto a la movilidad intrageneracional, los datos más recientes nos hacen ver la inmovilidad  intrageneracional a la que hace frente el país. El 51% de los adultos no cambian de clase una vez iniciada su trayectoria laboral, un 35% logra ascender de clase y un 14% desciende. Anteriormente chavales sin apenas cualificación ganaban más que los profesionales cualificados, con carreras universitarias, era la magia del mundo de la construcción, el sueño de cualquier joven. Pero este mundo idealizado no podía seguir así  para siempre, llego un momento en el que la burbuja inmobiliaria exploto, dejando a estos jóvenes que “vivían del cuento” en la calle, sin formación, ante la dura realidad, la realidad que tenían que haber vivido. Este hecho hizo que estos jóvenes sin apenas formación no puedan recolocarse socialmente y que la movilidad social, en sus casos, sea más complicada de lo habitual.

¿Existe realmente igualdad de oportunidades para ascender en la escala social? La igualdad de oportunidades se da cuando la renta de los individuos solamente depende de factores bajo su control personal como su esfuerzo, pero cuando entran en acción factores como la renta (que en más de un caso depende de donde naces y no que haces) todo esto se desvirtúa, llegando a beneficiar a los que nacen en estamentos altos de la sociedad y ponen lastras para los que han tenido la “mala suerte” de nacer en familias más humildes. En estos casos la lucha por ascender socialmente no es una guerra justa.

La actual situación en España  respecto a la movilidad social en la que el ascenso es más complicado y el descenso más fácil, se ha fomentado la aparición de pobres, o personas que antes pertenecían a la clase media y que por H o por B ahora están pidiendo comida en un comedor social, algo que parecía impensable cuando veíamos la crisis desde lejos, casi pensando que seriamos inmunes a sus efectos, claramente nos equivocábamos.

“Cada vez hay más pobres y menos ricos” esta es la conclusión a la que llego y que seguirá así si no cambiamos nada en este sistema oportunista, injusto y déspota. Si todo sigue igual, y cada vez peor, la situación va a ser cada vez más complicada, donde asusta la gran diferencia que hay hoy día entre subir o bajar en la escala social, pero ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?

Para empezar habría que cambiar las bases de este país, aquí se permiten cosas que en otros países no, deberíamos ser justos y que el que más competencias, carreras o estudios tenga, tuviera más facilidades para encontrar trabajo y decir no a la “Dedocracia”.  Aumentar las facilidades a las familias de clase baja para ascender socialmente, cosa que ahora no solo no se hace sino que se actúa en contra de estos grupos de gente, impidiendo su ascenso en la escala social.

La conclusión a la que llego es que en España ascender socialmente es más complicado que descender, y que el gobierno no nos facilita ascender, sino todo lo contrario, aumenta nuestras posibilidades fracasar en esta ardua tarea. La solución sería ser todos un poco más humanos y solidarios, mirar por todo el mundo y cooperar, pero mucho me temo que esto no se va a conseguir y para alcanzarlo deberíamos cambiar los capitanes del barco, un barco que ya pide un rescate urgente.