viernes, 17 de enero de 2014

La Espera Eterna

En unos tiempos que me costaría recordar y un sitio que no podría localizar vivía Natalia, una niña reservada, nunca soltaba una palabra que no hiciera falta, pero su actitud tan prudente la marco un hecho desde pequeña, ella tuvo que aprender a ser madre antes que hija... Criada en una aldea en medio del monte, siempre se había fijado en la figura de su padre, un hombre fuerte, alto y que siempre le prometía a su hija un mundo mejor.

Natalia en sus 4 años de vida nunca había conocido algo que no fuera su aldea, unas pocas casas en las que todas las famílias se conocían y se ayudaban, pues fuera de la proteccion de estas paredes nadie sabía que había, durante años se había vivido bien en medio de la naturaleza, observando los animales y jugando en la hierba, pero el padre de Natalia sabía que un día tendría que salir de allí en busca de un futuro mejor para su hija, la decisión más dura que podía tomar un padre la debía tomar antes de tiempo...

-"Algún día seras una princesa, y todas estas casas de madera seran tus castillos, pero para que eso sea posible debo buscar fuera, hija te quiero...-



Era difícil de entender como un padre podría abandonar a su hija y su mujer, pero el amor que procesaba hacía su familia era tal que no podía verles en esas condiciones, sin comida y agua la mayoría de las veces, por ello debería aguantar sin verlas el tiempo que hiciera falta, por su futuro y su vida.

Aun recuerdo el día que mi padre se despidio de mi, estaba lloviendo con fuerza, nunca nadie de la aldea había salido de alli en busca de algo mejor, pero el iba a ser el primero en hacerlo... Yo era una niña, no sabía nada, simplemente le miraba con los ojos llorosos, sin entender porque tenía que separarme de mi padre, si aun no había cumplido su misión, criar a su hija. En ese momento pude olerle, se acerco a mi y me dijo unas palabras que nunca olvidare:

- No se quiere a nadie más que a unos hijos, y antes de veros mal prefiero buscar yo ahi fuera, recuerdalo hija, te quiero...-

Tanto signigicado en sus palabras, pero no entendí nada, solo lloraba y lloraba agarrado a la pierna de mi madre, sin saber que hacer ni decir, la figura fuerte y alta de mi padre desaparecio entre los arboles y la lluvia. El se iba en busca de un futuro para nosotros, era un valiente y no sabía si volvería a verlo, pero debía aceptarlo, en ese momento no asimilé ni supere nada, simplemente llore y llore y llore...



[...]

Durante 16 años siempre me ponía a la misma hora que se fue en aquel prado despejado, esperando su llegada, malvivimos como pudimos y en muchas ocasiones me preguntaba porque se fue si viviamos, mal pero viviamos... Las ancianas del pueblo me contaban historias sobre mi padre, unas hablaban de que murió la primera noche, otras que era el protector de otra aldea lejana, todo me parecía tan irreal que nunca creí nada de eso, simplemente esperaba su llegada día tras día...

Aprendi a vivir sin padre, pasaron los años y mi madre murió, yo seguí en ese pueblo, ya con hijos y un marido al que cuidar, tenía toda mi vida hecha, pero seguía yendo a la misma hora cada día deseando volver a mi padre, aunque la lógica me dijera que podría estar muerto yo seguí mirando el horizonte en la busqueda de su imagen, nunca nadie entendió porque hacía eso, pero la esperanza de mi corazón estaba por encima de cualquier cosa...



Como a todas las personas de la aldea, finalmente el tiempo hizo que desapareciera, no quedo nadie, pero siempre me quede con la duda de por qué mi padre abandono a su familia en busqueda de la nada...
[...]

Yo estaba muerta y podía sentirlo, mi cuerpo no pesaba y mis penas y preocupaciones habían desaparecido, centre toda mi vida en formar una familia como mi madre, pero todo acaba y mi vida también... Finalmente nunca vi volver a mi padre, jamás apareció nunca más, pero aún despues de muerta aun confió en verlo aparecer ante mí, aunque sea en medio de la nada, como me encontraba en ese momento... Y fue en ese preciso instante cuando le ví aparecer, salió de ninguna parte, con la misma fortaleza física que tenía cuando se fue de la aldea... No podía creer lo que estaba viendo, la figura del hombre que espere toda mi vida se acerco a mi y me abrazo, entre todas las preguntas que tenía en mi boca solo salió una que encerraba mil singificados...



-¿¿¿¡¡¡POR QUÉ??!!!

- Todo lo hice por vosotros, no podía veros sufrir y no me arrepiento de lo que hice, los padres son los únicos que quieren morir antes que sus hijos... Te Quiero Hija, ahora siempre estaremos juntos...todos...

No podría explicar que pasó en ese momento, pero aparecieron miles de personas y se unieron a nuestro camino hacia la nada, todos me eran familiares, pero solo recuerdo la luz en los ojos de mi padre, mi madre y la seguridad que me transmitian tanto vivos como muertos...