miércoles, 22 de abril de 2015

El congreso al descubierto



La cámara del Congreso de los Diputados cuesta millones de euros a los españoles, concretamente 2.119.772,13 de euros pagar  cada mes el sueldo de todos los diputados que velan por nosotros, pero ¿Están haciendo verdaderamente su trabajo? La respuesta es dudosa cuando se analiza exhaustivamente la representación de cada partido y sus iniciativas parlamentarias. No todo el mundo se gana el sueldo en el congreso. Durante años hemos vivido engañados en la ignorancia, pero finalmente los datos son reveladores, sacan a la luz la verdad, ¿Acaso el congreso es una fachada?, está claro que no, pero no es tan bonito cómo nos lo pintaban.

Desde el gobierno aseguran que su trabajo está más que justificado, ningún sentido tiene sacar datos de una tabla para poner en entredicho su misión o buen hacer. Pero es evidente que los números hablan por sí solos. Y no es sólo lo que nos cuesta, sino lo que cuesta cada diputado en relación de calidad-precio, es decir, por iniciativas parlamentarias.

De los 350 diputados de la cámara baja 280 suman el  13,8 de las iniciativas parlamentarias y 70 el 86,2 por ciento. Una diferencia importante, pero hay que tener en cuenta que los ministros es normal que no presenten iniciativas, sino que las resuelvan, por lo que sólo se puede justificar en su caso. Jorge Moragas no ha hecho nada en el congreso, ni preguntas parlamentarias ni iniciativas y no es ministro, un caso a tener en cuenta pues no es ministro y aún sin esfuerzo percibe 25.534 euros cada año libre de impuestos. 

Parece insólito que en plena crisis económica con familias pasándolo realmente mal haya gente en el congreso de los diputados que sin hacer nada cobre auténticas barbaridades. Los políticos deberían ser un ejemplo para la ciudadanía en esfuerzo y dedicación, casos como el del político catalán dejan en entredicho la justicia en el sistema español.

 En alguna ocasión algún diputado ha intentado seguir percibiendo este sueldo en contra de lo puramente lógico, por lo que hace pensar en que algunos políticos vean el congreso como una oportunidad para lucrarse. Esto deja en entredicho que algunos políticos acudan a la cámara baja a ayudar y trabajar por el futuro de España, sino que detrás puede haber un interés encubierto, tener un sueldo más.

Otra de las diputadas que destaca por su ausencia en el congreso es Valentina Martínez es la candidata nº 28 en la lista por Madrid. Sin ser ministra, la política no tiene ninguna iniciativa parlamentaria en su haber. Es diputada desde el 13 de octubre de 2014 tras la dimisión de Alberto Gallardón. Esta situación pone más en entredicho la labor de la cántabra en el congreso que percibe al mes 4.382,08€. Pero no es la única que cobra sin participar en el congreso, José Ignacio Vázquez García, diputado por Málaga está en la misma situación, sin presentar ni una iniciativa parlamentaria cobra 4.637,73€ al mes. Margarita Varela Lema lleva en la cámara desde octubre de 2014 y sin ninguna participación también se lucra económicamente.

Casos como estos dejan en entre dicho si realmente salen rentables sus sueldos y si la meritocracia debería ser el parámetro a tener en cuenta al retribuir a los diputados.  Mariano Pérez-Hickman que sustituyó a Arias Cañete en el congreso el 1 de julio de 2014 no tiene ninguna iniciativa parlamentaria tampoco, pero una intervención parlamentaria en una comisión justifica su sueldo de 4.382,08€ al mes. 

En total son 12 diputados que sin una intervención o iniciativa parlamentaria en el congreso reciben su sueldo mensual sólo con su presencia y voto en la cámara baja. En contraposición de los 69 diputados que representan casi la totalidad de las iniciativas parlamentarias del Congreso de los Diputados, que es un 86,2%.  Destacando a Ángeles Álvarez Álvarez que ella sola suma 9542 iniciativas, un 5,3% de los 350 diputados. La otra cara de la moneda.

sábado, 21 de marzo de 2015

Freeville, capítulo I (continúa tú la historia)

 OJO: Esta es una nueva forma de contar historias. Al final del capítulo tendrás la posibilidad de decidir como quieres que siga la trama, tú decides cómo continuar. Leela antes de ver las opciones o sufrirás un SPOILER, disfruta de esta aventura.

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FREEVILLE/CAPÍTULO I
pueblo tranquilo wallpaper
Freeville siempre fue un pueblo tranquilo en la montaña, sólo preocupado por aguantar los duros inviernos y la seguridad de sus habitantes. Pero un día empezó a ocurrir algo extraño, una noche Ricky Timoz desapareció, era el hijo de la familia más rica de la ciudad y el hecho fue notorio por el misterio y las pocas respuestas que se encontraron. Se intentó vivir ajenos a ese hecho, suponiendo que había sido algo que no volvería a ocurrir... Pero a los pocos meses volvió a desaparecer otro niño, no se supo mucho más de él, simplemente salió una noche y no volvió a casa. El pueblo empezó a sentirse consternado ante tal noticia, el miedo se apoderó de la gente, no había una solución y el Sheriff de la ciudad fue cuestionado por todos los hechos... Así el pueblo pasó de ser un lugar tranquilo y calmado a verse sumido en la mayor crisis de su historia.

Pasaron los años y se aprendió a convivir con este extraño hecho, se investigó mucho, se hizo todo lo que se pudo, pero no se sacó nada en claro. Había cierto hermetismo en Freeville para hablar de este tema y con el tiempo se fue reduciendo el número de desapariciones. En todos los casos se coincidía en que desaparecía un niño que era muy bueno en algo y las acusaciones no tardaron en aparecer. Nadie confiaba en la policía, no se podía dejar a los niños jugar solos en la calle. Vivir con miedo, lo peor. Esta historia se desarrolla veinticinco años después de la primera desaparición.

Los padres siempre confiaron en acabar con "la maldición de Ricky Timoz" por lo que llamaron a su segundo hijo Ricky. Eran dos progenitores confiados con traer la paz al pueblo y acabar con el miedo, psicólogos ambos. Pero un día antes de la carrera que iba a decir si seleccionaban al hermano de Ricky para el campeonato interestatal de atletismo, desapareció... Nadie nunca podrá entender el vacío que le quedo dentro a Ricky, al perder a su hermano. En ocasiones era tratado como un apestado por llevar el nombre del primer niño que desapareció, pero siempre era alentado por sus padres a que no hiciera caso a los demás niños.

Un año después de la desaparición de su hermano todavía Ricky confiaba en encontrarlo, pero al igual que muchos otros niños desaparecidos nunca se encontraron respuestas en claro. Ya tenía 16 años y confiaba en que aquel día, el del 18 cumpleaños de su hermano estuviera bien en alguna parte, pero sólo era fe. Ambos padres sabían lo difícil que tenía que ser vivir con ese nombre y sintiéndose culpable de la desaparición de su hermano, pero era algo normal en Freeville. Ricky miraba con la mirada perdida por la ventana, pensando en su hermano perdido. Aquel día iba de visita con el instituto al antiguo hospital del pueblo, pero él sólo pensaba en el día que era.

-¿Estás bien hijo?-preguntó su madre que entró en la habitación.

-Sí...Hoy tendría 18 años...

-No podemos hacer nada hijo, ya sabes cómo es la vida en este pueblo- dijo la madre abrazando a su hijo, consciente de la dificultad de la situación.

-Me tengo que ir hoy tenemos excursión- dijo Ricky cogiendo su mochila y limpiándose las lágrimas de los ojos.

Nada le importaba aquel día, sólo poder volver a abrazar a su hermano, pero había cosas que eran imposibles. El día era nublado y triste en Freeville. La gente no era muy expresiva en aquel pueblo, al tener que vivir en esa situación todo se volvía muy asocial. Todo el mundo sospechaba de sus vecinos. Pero era completamente diferente con las nuevas generaciones, conscientes de que tenían que cambiar la historia del pueblo. Ricky corrió hacia el hospital abandonado, dónde habían quedado todos los alumnos para la visita. Parecía una estupidez, pero ese hospital fue muy importante tiempo atrás para Freeville antes de tener que cerrar. Era allí dónde se salvaron innumerables vidas en el invierno de hace 25 años dónde las nevadas casi acaban con todo. Ricky no estaba muy motivado aquel día, pero era un chico responsable.

-Menos mal que has llegado, la profesora estaba esperándote- dijo a Ricky su amigo Locke, el hijo del Sheriff.

-He venido lo más rápido que he podido-dijo Ricky cansado por la carrera hasta el hospital.

-Los he visto más rápidos- dijo Ellene sonriendo a sus amigos.

Ellos tres siempre habían tenido una muy buena relación. Desde primaria se hicieron amigos inseparables, aunque la relación de sus padres no era la mejor como en todo el pueblo. Locke era el hijo del Sheriff y también sufría burlas al igual que Ricky, uno por ser el hijo del incompetente que no había solucionado nada y otro por llamarse igual que el primer niño que desapareció. Ellene también tenía algo parecido con Ricky, perdió a su hermana en las mismas circunstancias, pero a diferencia de este ella llevaba mucho tiempo investigando, aunque en secreto.

-¡Chicos vamos a entrar ya!- dijo la profesora indicando con un gesto a sus alumnos.



Todo el grupo entró en aquel viejo complejo, sin esperanzas de ver nada novedoso. Estaba en ruinas, con objetos médicos por el suelo, camas por los pasillos y algunas telarañas. El grupo avanzó por el pasillo tras su profesora, pero Ricky estaba demasiado disperso como para atender a lo que estaba contando del lugar. En ese mismo momento, cuando cruzaron por una puerta oscura, él sintió un impulso dentro de su cuerpo como si le obligara a avanzar hacia el fondo de esa habitación, pero no podía separarse del grupo, lo último que necesitaban sus padres era un hijo irresponsable además de apestado.

Los tres caminaban tranquilamente, pero Ricky se paró en seco, le había parecido oír algo sospechoso en aquel lugar, por un momento su mente se despejó y empezó a pensar con claridad, pero en ese momento no le dio la importancia que tenía. La visita pasó sin nada que destacar, pero Ricky permaneció absorto todo el trayecto, ¿Qué podía haber ahí dentro? Al volver a su casa subió rápidamente por las escaleras y con mucha decisión puso una hoja de papel y empezó a idear lo que iba a ser su plan maestro, sabía que tenía que entrar ahí dentro de nuevo, algo extraño sintió en aquel lugar. Sus padres notaron algo extraño en que fuera corriendo directamente su habitación, pero a Ricky en ese momento sólo le importaba encontrar respuestas.

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OJO: Ahora tú decides cómo quieres que continúe la historia, elige una de las posibilidades y la más votada será la elegida para continuar la trama en Freeville cuando escriba el capítulo 2.

domingo, 11 de enero de 2015

Nadie nos callará

El Miércoles 7 de enero dos yihadistas entraron en las oficinas del semanario satírico francés “Charlie Hebdo” para llevar a cabo una matanza contra sus periodistas. En el ataque, fallecieron doce personas: once en el interior de la sede del semanario y un policía en el exterior, pero los terroristas consiguieron escapar. Su búsqueda mantuvo en vilo a toda Francia, llegando a desplegar más de 80.000 policías. Los hermanos Kouachi se ocultaron en una imprenta a a más de 30 kilómetros de París. Otro yihadista, Coulibaly, se atrinchero en una tienda judía con rehenes, amenazando con su inmolación. Finalmente tras 48 horas de terror, casi simultáneamente se abatió a los terroristas. Cinco personas más murieron.

Lo que han visto nuestros ojos esta semana es un nuevo referente de terrorismo islámico. No solo vienen a Europa a atacarnos, sino que entran dentro de una revista para matar a sus redactores. La sensación de impotencia ante tal acto es sobrecogedora. Además, van a atacar a periodistas que ejercen su derecho de libertad de expresión. Todo a raíz de unas caricaturas a Mahoma en 2006, que ha acabado con la matanza de esta semana en París. Callar a las personas a base de Kaláshnikov, ¿Dónde está el límite de estos monstruos? La reacción ha sido abrumadora, más de un millón de personas en las calles de París.

Ellos tendrán armas, bombas y toda la munición que puedan imaginar, pero es totalmente irrisorio comparado con la cooperación mundial, la masa humana que formamos en contra de estos acto terroristas. “Je suis Charlie” deberíamos llevarlo grabados todos a fuego en nuestra alma, no solo por las victimas, sino porque es un momento histórico que nos ha hecho ver la importancia de la libertad de expresión, que no puede ser callada por nadie y nunca lo será.